Desde niños nos han inculcado que debemos de estrechar
lazos, crear vínculos, perfilar puentes que te permitan avanzar y moverte en
los distintos ámbitos de tu vida; pero a veces sientes que ese tipo de
arquitectura no lo es tuyo y que sólo alcanzas a ser un mero arquitecto de
sueños cuya realidad se tambalea a cada paso. Aun así intentas por todos los
medios continuar sin perder de vista tu meta, esa que todos cuestionan cuando
ni tan siquiera son conocedores de ella y mientras evitas caer en el error de
moda: juzgar sin potestad y reír sin deber.
(/&/)