Atar el recuerdo al momento En el escalofrío del tiempo.
Muy profundo y bello el sentido de tus letras y preciosas las imágenes. Doy un repaso, ya que hace unos días que no paso y me gusta leerte. Un abrazo. Ambar
Con un nudo en la garganta y medio extinto en el tiempo, inmerso en el reto de no escuchar en ningún momento ni calmas ni tempestades, navega con fría emoción allende los mares buscando como Ulises cantos de sirenas. En este ambiente sólo escuchaba un silencio sepulcral y así continúa hoy en día o, al menos, esa es mi creencia.
La naturaleza, el silencio, la soledad, son momentos que se respiran inundando los sentidos, si la paz existe en ese instante. Así son tus letras con bellas imágenes. Un abrazo.
Versos de serena nostalgia que saben a otoño. Gracias por estas gotas de otoño que empapan el alma. Un gran abrazo, Athenea, querida amiga.
Ofrecer al otoño el cuerpo, sentir un escalofrío, escuchar, en silencio, el sonido que arranca a las hojas el viento. vestir de colores los versos que habían quedado dormidos.
Inmerso en la sensación del otoño se me olvidó ser céfiro para arropar la caída de las hojas y que simulasen ser lentas braditas pero si recuerdo haber sido de ellas más escondrijo que cobijo, más tálamo que regazo.
Transcurre ese tiempo entre el verano y el invierno en el cual los árboles se desnudan aguardando con paciencia verla igual y sus hojas le esperan para caer rendidas a sus pies descalzos convertidas en jergón de mullida hojarasca para sus primeros guiños al amor al calor del pellico de su zagal.
Y todo ello en la previa y absoluta mudez convenida.
Hasta solEdad tiene espacios que necesitan ser habitaDos. Gracias por la sombra que en silencio proyecta el escaloFrío de tu voz. Esa grieta muda que cauteriza por un momento el tActo con el que el horizonte se ha des(a)nuDado hoy.... y #siempre ...aL AlBa
Fantástico; a estas esas hojas van a acabar aplaudiendo.
ResponderEliminarBesos.
Un aire que me gusta sentir aqui en tu blog.
ResponderEliminarBesos.
¡Cuánta luz guardan en sus ocres las hojas del recuerdo caídas!
ResponderEliminarBss
Atar el recuerdo al momento
ResponderEliminarEn el escalofrío del tiempo.
Muy profundo y bello el sentido de tus letras y preciosas las imágenes.
Doy un repaso, ya que hace unos días que no paso y me gusta leerte.
Un abrazo.
Ambar
Desde el silencio escuchar el crujir de las hojas al caminar y la brisa al rozar las mejillas.
ResponderEliminarMe encantan las imágenes.
Un beso muy dulce a Tu Luz.
Hay ahí una sinestesia de memoria, en el aleteo del tiempo, y los silencios. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarThe beauty of a single leaf.
ResponderEliminarEspecially in autumn.
Nice.
xx
Desearía que el recuerdo fuera bueno para que mereciera atarlo, un abrazo!
ResponderEliminarCon un nudo en la garganta y medio extinto en el tiempo, inmerso en el reto de no escuchar en ningún momento ni calmas ni tempestades, navega con fría emoción allende los mares buscando como Ulises cantos de sirenas.
ResponderEliminarEn este ambiente sólo escuchaba un silencio sepulcral y así continúa hoy en día o, al menos, esa es mi creencia.
Preciosas imágenes y versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es precioso, llega.
ResponderEliminarUn beso.
Bueno a veces se hace dificil escuchar el silencio, algo que puedes conseguir seguro donde sacaste esas fotos tan chulas.
ResponderEliminarBesinessssssssssssss
La naturaleza, el silencio, la soledad, son momentos que se respiran inundando los sentidos, si la paz existe en ese instante. Así son tus letras con bellas imágenes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Preciosas fotografías, pero tus versos son muy intensos y te llegan dentro. Un abrazo.
ResponderEliminarVersos de serena nostalgia que saben a otoño.
ResponderEliminarGracias por estas gotas de otoño que empapan el alma.
Un gran abrazo, Athenea, querida amiga.
Ofrecer al otoño el cuerpo,
sentir un escalofrío,
escuchar, en silencio, el sonido
que arranca a las hojas el viento.
vestir de colores los versos
que habían quedado dormidos.
El silencio es un síntoma inconfundible del otoño.
ResponderEliminarBesos.
Y ver, en el escalofrío del tiempo lo que no fué y será, y no aquello que fué ...y no ha sido.
ResponderEliminar"Sensaciones prescritas
ResponderEliminarque desafían
~en silencio~
tu aire maltrecho"
Que bellos versos verdaderamente!,
Con esa mirada, a flor de petalos
acaricias las heridas..
Besos y Abrazos
Frágil sensación cuando se ata el recuerdo. Siento la emoción de tu poema como un beso de añoranza, AtHeNeA.
ResponderEliminarMil besitos y feliz fin de semana, preciosa.
En tu delicada composición uno puede sentir como esa hoja que cae y es trasladada por el viento de manera sutil y mágica.
ResponderEliminarBesos
Que bonitos versos, muchas gracias por tus hermosos y amables comentarios bienvenida a mi pequeño mundo.
ResponderEliminarUn abrazo feliz fin de semana.
Eché de menos tus palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Profundas palabras. Las imágenes bellísimas, buen fin de semana
ResponderEliminarSon sensaciones muy aconsejables para tomarse los recuerdos de un solo sorbo esperando la cura de algunos de ellos...
ResponderEliminarHermoso y profundo.
Besos.
Me asombra ver cómo eres una fuente inagotable de... No sé cómo llamarlo, pero es asombroso. Un saludo
ResponderEliminarLa mente no sólo oye el silencio, sino que lo escucha y reacciona a su discurso, es impresionante. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo
Me alegra tu vuelta a blogosfera Geus, espero leer pronto más de ese prólogo de tu diario entre relatos { cortos} y café { descafeinado}
EliminarUn saludo de lu ✴
Mil gracias Athenea, me alegra mucho saludarte, pronto escribiré algo. Un saludo
EliminarEl ruido del silencio... o quizás sean los sonidos del silencio,,, son silencios, pero no están vacuos...
ResponderEliminarUn abrazo AtHeNeA....
Para mí tu isla es un remanso de paz. Un lugar en el que el siento que el tiempo se detiene y tus palabras me devuelven a mil realidades.
ResponderEliminarUn abrazo AtHeNeA
Ignacio
Y en otoño pisar las hojas caídas, andar por encima de ellas y escuchar su crepitar puede ser el más conmovedor de los silencios.
ResponderEliminarBesets, preciosa!
Inmerso en la sensación del otoño se me olvidó ser céfiro para arropar la caída de las hojas y que simulasen ser lentas braditas pero si recuerdo haber sido de ellas más escondrijo que cobijo, más tálamo que regazo.
ResponderEliminarCrónicas de la floresta
ResponderEliminarTranscurre ese tiempo entre el verano y el invierno en el cual los árboles se desnudan aguardando con paciencia verla igual y sus hojas le esperan para caer rendidas a sus pies descalzos convertidas en jergón de mullida hojarasca para sus primeros guiños al amor al calor del pellico de su zagal.
Y todo ello en la previa y absoluta mudez convenida.