Está hecha de finísimas capas
de cristal crujiente.
Aflorando momentos
que quedaron sediMentados
entre los hilos de una soga
tirante y adyacente.
Emociones fusiladas
por deslealtades vivas
que fingen estar inertes.
Recordando a cada nudo
que el mundo comienza
a despoblarse
al ritmo de nuestras muertes.
Tenemos tantas escamas
con pros y contras
remoloneando en torrEnte.
Y el día se viste de tentación
Y nosotros huimos
Y miramos atrás
Y sucumbimos
Y despertamos
Y firmamos un )no( pactó
con el estar , siempre, de paso.
Si me preguntas simplicidad,
saldré a mi roca a pensar
y acariciendo el aMar
te diré:
Simplicidad es aceptar
que, al final,
siempre
debes enfrentarte a lo que temes.
Preciosa poesía atenea, hacia tiempo que no te leía, un abrazo
ResponderEliminar¡Qué razón tienen tus versos...!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
El problema no es enfrentarse a los temores
ResponderEliminarsi no que en la batalla exista quien sepa aprovecharse de la fragilidad ajena, de esos nuestro fantasmas
Pues todos , absolutamente todos somos frágiles ,
y quien diga lo contrario tiene poco de humano ...
o lo ha perdido ya su humanidad ante su fragilidad
Un abrazo fuerte para que no te rompas
jajaja
:)
En una misma vida tenemos Muchas muertes... y Desde nuestra fragilidad conocemos esa roca donde nos sentamos a descansar y reflexionar cómo alimentar una vez más a nuestra querida simplicidad.
ResponderEliminarMil besitos con un abrazo apretado, mi querida Athenea.
Completamente cierto, y vencer a lo que temes, no hay otra manera.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce semana.
Vivimos tantas vidas en una, y tantas muertes también, cada cambio supone una pequeña muerte, y de esos cambios renacemos diferentes aunque vistamos la misma piel, (yo creo,que en cada cambio mudamos de piel,aunque parezca la misma)
ResponderEliminarUn abrazo!
ResponderEliminarMe temo que es complicado lo de la simplicidad, sobre todo cuando la inteligencia, cargada de astucia, llega al final de la realidad y se inicia en la ficción buscando resolver la supuesta complejidad de lo desconocido.
Enfrentarse a los miedos es una tarea de mucho trabajo ,porque no lo hacemos con las manos .Es cosa de ganar a la mente,de no escucharla,de saltar barreras y eso conlleva mucho esfuerzo.Pero pasito a pasito iremos caminando.
ResponderEliminarLa simplicidad debería ir de la mano de la generosidad
Besucos
Gó
Hola. Tal cual lo expones , a veces nos hacemos las cosas más complicadas de lo que son. Saludos
ResponderEliminarBellísimo y certero recorrido tus versos, por ese sendero inexorable que nos lleva ante el rostro que tememos y no queremos ver; altamente necesario y sanador para que nuestros pasos emprendan un nuevo camino libres de peso…
ResponderEliminarBsoss y cariños enormes, y muy feliz semana, mi preciosa Athenea 😘💕
No hay escapatoria.
ResponderEliminarBesos.
Para ser auténticos hay que ser lo más simple posible, bellas tus letras como siempre :*
ResponderEliminarHay que sacar definitivamente a los fantasmas de adentro, aquellos que nos hieren, que no nos permiten avanzar en la vida. Tal vez, esos fantasmas nos parecen más importantes de lo que son. Porque el recuerdo los hace grandes; nuesta imaginación se nutre de lo mejor que recordamos para no enfrentar lo negativo y aceptarlo. Regodearse en aquello que nos lastimó nunca nos va a permitir avanzar. Lo bueno se acepta como experiencia; lo malo se debe arrancar de raíz porque ya dejó suficientemente hincada su huella, seguramente, hasta la médula.
ResponderEliminarY uno debe crecer, debe mirar hacia adelante y ver qué de nuevo nos ofrece la vida. Siempre lo hace, hasta el último respiro. Aunque no lo creas.
Hay muchos cielos en cada cielo que miras; y va a haber atardeceres teñidos de risas y besos y otros, con lágrimas. Porque así es nuestro vivir. Ciclos en espiral, subidas y bajadas, pero ya nunca volverás a pasar por el mismo lugar. Ni tú serás la misma. Ni los demás.
Hay que intentar - y no es fácil - encontrar un centro que nos proporcione equilibrio. Aún cuando uno sólo ve oscuridad; pero siempre al final del túnel está la Luz y son los brazos de la vida que te recogen. Como en el parto: se da a luz lo que uno ya sabe que eso va a morir. Algún dia. Hay que parirse cada día y suele ser con dolor.
Cariños, Athenea
Y me quedó en el tintero, esto que te regalo, la versión que más me gusta.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=pQevw0492Z4
Cariños, Athenea
Coincido plenamente con usted, Beatriz: todo empieza cada día.
EliminarTenía que ver mi desmoronamiento cuando me divorcié de mi tercera mujer; un sentimiento de fin de recorrido, de que Josué había vuelto a tocar la trompeta y que el sol, esta vez, se habría detenido antes de doblar la línea del horizonte, dejando mi mundo sumido en una penumbra definitiva, eterna. Esto lo pensaba un martes: el sábado estaba en Le Mans viendo el Gran Premio. Y mes y medio después conocía a Brigitta, con la que estuve unido por más de seis años. Hubo también separación y la consecuente zozobra, pero no niego que atenuada por la experiencia y dulcificada por la certeza de que aquel era solo un fin de etapa y que a aquella noche iba a suceder una mañana puede que radiante. Y así fue y así conocí a mi actual pareja. Ambos sabemos que la vida es una sucesión de estaciones y que siempre hay un tren para cada uno de nosotros, esperándonos en un penumbroso andén. Aunque tengamos la ilusión de que somos nosotros los que esperamos al tren, él sabe desde el comienzo de los tiempos que tiene a una cita con nosotros. Y existen trenes diversos a lo largo de una vida, que acuden puntuales a cada cita: estará escrito en las estrellas.
Marinero en Lampedusa: Así son los seres humanos; cada uno es una estrella, única e irrepetible. Coincido con usted: no somos nosotros quienes esperamos el tren: nos encontramos arriba o estamos en el andén viendo cómo se aleja. Vaya uno a saber qué tienen que ver las estrellas
ResponderEliminarSiempre hay un principio. ¿Donde esta el final? ¿Miedo a enfrentarse a lo desconocido?. Quizas. Besos a mares
ResponderEliminarEn las cosas más sencillas puede esconderse la belleza más complicada.
ResponderEliminarBeso.
Precioso AtHe, parece que te retaron a hacer un poema sobre la simplicidad y lo bordaste de nuevo. Abrazos.
ResponderEliminaryo entiendo por simplicidad, el estado más elevado y neutral de la humanidad, junto con la sencillez y la humildad, la simplicidad es un modo de vida único, con miedos y sueños, como todos, pero más pequeños, diminutos e insignificantes, para humanos comunes y silvestres como nosotros, que dependemos de la moda, del que dirán, de la aceptación de los demás... pero aún así, me encantó como escribes, aunque no pensemos lo mismo... abrazos...
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