SaciaDos

El tiempo tiene hambre,
se lo he escuchado decir
-a lo lejos-
a cada uno de los instAntes.

Solo Flora
Stefanía Bertola

Y en ese vacío sigiloso,
encuentras la nada
de cada reencor y remordiMiento.
De cada uña roida por desconSuelo.
Es el paso de minutero,
sobre cada segundo muerto,
época en la que la plata
ya no se conforma con su puesto.
Que segundas oportunidades
ya solo se ven a lo lejos,
y en cada una de ellas
rompe el temple al palpitar de un sueño.
Quizá desvelo frente a espejo
sea la realidad de cada falso incrédulo,
pues tras él coexiste quien creyó
y quien caera de nuevo.
Que decímos reInventarnos
pero no aprendemos.

Tienes la piel vestIda
de huidas.
Y en cada una de ellas
reDescubres lo que ya conocías.
Manto opaco en el que al trasluz ...
ves pasar_los días.

Galopas...

Y juras que el tiempo no hará del silencio nicho perpetuo de nuestro latIR.

Y manTienes el temple cuando cAlma quede reducida a cenizas y tampoco espacios que comPartir.

Pinta a la mañana la palabra Verdad, en la vereda más extensa que puedas imaginar.

Sonríe a los defecto que sosTiene mi voluntad.

Y...nunca olvides acunar en caricia clara mi vulnerabilidad... 

Porque el día que no esté... ese día nada de mí quedará.

Sé pausa

Promesa

Estancia 

Habitabilidad

Sé siempre Poesía sin rima y libre 

en la extrañeza de todo lo demás.

Porque así soy, y #Siempre será.

Cásate conmigo hoy, y renuévalo cada día.

 Porque si en algo no creo...es en las perpetuas alianzAS. Que son AS en la manga del continuar.

Soy Amanecer, y en cada destello...

Vuelvo a SER.

Hazlo hoy, porque mañana no estaré... porque son casí las doce menos diez y sólo creo en el matrimonio de cuando en vez;

pero he aprendido hacerlo

en las flechas que a diario

siento silbar para luego pærecer.

¡Corre, vámonos!

El niño que fuiste sale corriendo
por el sendero equivocado.

Lo sabe.
Cree que huyendo duelen menos
los rasguños del pasado.
El niño que fuiste va contigo
a todos lados y en silencio
grita siempre: ¡Corre, vámonos !
Pero tú, que le conoces, eliges...
a veces, seguir contando.
Y te esconde las cosas,
y te pinta siluetas
de ilegible abcd..ario.
Luego, en la soledad del a diario,
le encuentras tras la puerta,
esa que siempre termina en portazo,
esa que es prueba con la sonrisa
-pícara- en ojos y labios.
La que esconde el cementerio
de los juguetes malogrados.
Esos que... te marcan porque...
sin que lo sepas... hace mucho te marcaron.

E(re)s coleccionista insaciable
de pequeños  grandes pasos.
¡Corre, v(e)ámonos
dentro de unos años!

Y llega gritando,
con inocencia alejada de lo mundano:
¡por ti y por todos mis comepañeros!
Y eso pasa hasta que va menguando
dentro de un serio adulto adulterado...
Y le adoctrinan, y le dictan...
Y él, rebelde, acaba doblegando
y con desTiempo dice bajo:
¡Por mí, por mí, por mí!
Y hasta eso le cuesta lograrlo.

Nunca son demasiado grandes

los abrazos, la prudencia o el café...

Las palabras;las palabras sí.

En pocas puedes meter, todo un existIR

A mi paso

_justiciero_

todo(s)

van llorando

lloViendo

verSOS

OsaDos

Han quedado ya los susurros suspendidos sobre el galvanizado  de un recuerdo.

Y en la vorágine ciega, ante los necios, el mundo le reprocha lo amargo de los sueños a los incrédulos.

Osan, tristes mortales, gritar alto; pero disculpar, en el mejor de los casos, bajo, pedir a gritos pero rectificar  con las cuerdas atadas hasta el infenitesimal itsmo.

Han quedado ya los susurros suspendidos sobre el galvanizado  de un reCuerdo.

Y en la vorágine ciega, ante los necios, el mundo le reprocha lo amargo de los sueños a los crédulos.

Osan, tristes mortales, gritar alto; pero culpar, en el mejor de los casos, aún más pedir a gritos pero rectificar  con las cuerdas atadas hasta el infenitesimal abismo.

Dorada plegaria son las palabras que sentimos y perecen a veces bajo capas y capas de sinSentiDos y ruido.

Las nubes se acercan,

 confusas,

al renglón de la voz.

AciCalando

la perfecta imperfección

de nuestro "yo".

RonDando lo efímero

que anuDamos a prisa

sobre el ojo nublado del corazON.

Te vuelVes felino,

haciendo temblar al sigilo

que hilvana la voz en Off.

"Si todos los deseos se vieran satisfechos

en cuanto despiertan, ¿en qué ocuparían los hombres su vida, cómo pasaría el tiempo?"  A. Schopenhauer

AtHe.

Es el reCuerdo mudo

de transLúcido viaje.

El imPulso yermo

sobre tambaleante escape.

Apaciguado asfalto

que repica como 

"en punto"

cuando faltan instantes a puñados .

...y llegan al tropel

rudos y raudos

para hacer de la prisa

escudo y llanto.

Sorteando las luces,

que llora caos,

en las que se desvanece 

paso pasado.

Abriendo el alma,

hacia la oscuridad

de mundanal desengaño.

Dobleces

¿ReConoces al niño
que plantó cara al valor?

A veces  el error 

es [no] hacerlo.

Hay que descolgar
muchas palabras
de las noches
para
[des]VestirLa cAlma...

y soplar nubes

aligerar pasos

engañar al miedo

amordazar al hartazgo.

Hay que pintarLos

[falsos techos]

en los huecos

donde cedió el pas[ad]o...

y barnizar los días

soPortar los pelDaños

reconstruir la vi(g)a

adoctrinar al travesAño.

Sólo los niños

asustadizos

siguen subiendo

al desván (del)hoy.

La curiosidad es empujada...

por la ventana  nostalgia.

Te regalo un[mil] origami

con los papeles gastados

que tachó la voz interior.

Espacio literal

El silencio

somnoliento

te enseña

de piedad.

Y en cada

aullido

escu(l)pe palabras

al espacio literal.

Todo comienza 

(y hasta terMina)

con soplar...

Crees que al hacerlo

los elementos se conju(g)(r)an

para hacerte ganar.

Pero no, al final,

no se alinean,

ni te acaricia la gravedad.

VuelVes a la ru(t)ina

como menta, ego, lluvia y silencio

en su peregrinar.

S/Seguro

Seguro  que estás 

en la Isla de las mariposas

abotonando los desTiempos

de cada plegaria.

Abriéndo[te] paso

como las manoletinas 

que pusieron 

(el) alma en cada danza.

Y con la tinta invisible 

que escupen las agallas

pintas a las tiritas alas.

Contigo,
en este sin ti,

la ausencia le echa 

un pulso a la vIda.

Para escuchar: Me haces falta.