que plantó cara al valor?
A veces el error
es [no] hacerlo.
Hay que descolgar
muchas palabras
de las noches
para
[des]VestirLa cAlma...
Hay que descolgar
muchas palabras
de las noches
para
[des]VestirLa cAlma...
y soplar nubes
aligerar pasos
engañar al miedo
amordazar al hartazgo.
Hay que pintarLos
[falsos techos]
en los huecos
donde cedió el pas[ad]o...
y barnizar los días
soPortar los pelDaños
reconstruir la vi(g)a
adoctrinar al travesAño.
Sólo los niños
asustadizos
siguen subiendo
al desván (del)hoy.
La curiosidad es empujada...
por la ventana nostalgia.
Te regalo un[mil] origami
con los papeles gastados
que tachó la voz interior.
Es cierto que de niños le plantamos cara al valor y conforme crecemos nos volvemos quebradizos. Debemos aprender a ser restauradores de la calma de nuestras almas.
ResponderEliminarHaces que suba al trastero de mi interior y rebusque a esa niña-amazona para bajar de nuevo cargada de buena obra.
Precioso cada sentir que de ti late, mi querida Athenea.
Mil besitos y feliz finde.
Leyendo tu precioso poema, encuentro la calma al leer los últimos versos, esos versos que acarician el alma,justo hoy.
ResponderEliminarUn beso
Palavras sábias
ResponderEliminarParabéns
Hay que dar grandes pasos para volver a subir al desvan.
ResponderEliminarUn beso, Athenea.
Creo que siempre somos niños en el desván. Pero no vemos el desván. Enorme poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Somos niños asustadizos en traje de adultos. Temerosos de aquello, de lo otro, del que diran, de no hacer tal cosa por asi. Somos adultos que a veces no sabemos serlo o lo somos demasiado(aunque nadie me dijo realmente que significa "ser adulto") mas alla de los rasgos que va tomando el cuerpo
ResponderEliminarTe mando un abrazo
Aunque así como de niños puede que todavía hayan monstruos que nos infundan temor. Sobre todo esos que habitan en el interior.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce fin de semana.
Hermoso e inmenso poema.
ResponderEliminarSigue existiendo esa niña empeñada en subir al desván para saber y husmear.
Abrazo inmenso.
ResponderEliminarDe intrépidxs y valientes así como de prudentes y cobardes está lleno el mundo. Sobre en que grupo es mejor estar no voy a decir nada más allá del punto final ni siquiera más allá de las mazmorras del castillo de papel que rebosan voces de más allá de la edad infantil.
Claro que, como siempre, lo importante es no dejarse doblegar como hoja de papel por muy hermosa que sea la figura final.
Mi tino dice que los miedos huyen despavoridos cuando la verdad les planta cara.
ResponderEliminarHay que cerrar los ojos y soplar nubes
ResponderEliminarhay que asomarse a la noche con los ojos abiertos
hay que descolgar palabras
hay que despertar los sueños
hay que sentirse niño
hay que seguir subiendo.
Un abrazo Athenea.
Hermoso, no sabes cuanto me llevo sanar a mi niño interior y creo que ahora soy mucha mas feliz, tus letras sanan, llenan, despiertan, ayudan. Gracias Athenea
ResponderEliminarMe has convencido.
ResponderEliminarVoy a comprar más barniz que se avecinan días monstruosos.
Besos.
Deberíamos de conservar más nuestra alma de niños, es más pura, sincera y repleta de buenos valores
ResponderEliminar¡Besos mil!
Recuperar a nuestro niño interior, no es fácil, pero se puede y deberíamos hacerlo.
ResponderEliminarPreciosas y reflexivas tus palabras.
Un abrazo y feliz inicio de semana.
Nunca cerramos del todo las puertas de ese desván… Como tampoco dejamos nunca que se marche ese niño que fuimos…, quizá porque sabemos, que siendo él, de nuevo… no necesitaremos subir a ese lugar, para arropar (nos) y así enfrentar (nos) esos miedos…
ResponderEliminarUn verdadero placer, mi preciosa amiga… Leerte es viajar a uno mismo, y verse…
Bsoss y cariños enormes, y muy feliz inicio de semana 😘
Hola AtHeNeA.. Vuelvo a estar presente en tu Blog, siempre es un placer y diría que una leccion, tus palabras siempre nos enseñan, nos hacen pensar.
ResponderEliminarLos miedos son inevitables porque en el fondo somos niños que queremos ser grandes y valientes, pero la ilusión vence al miedo..
Un abrazo..
No hay cosa mas maravillosa que un niño valiente, besos bella :*
ResponderEliminarIntensos sentimientos se abren paso a través de tus preciosas metáforas. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como perdamos el niño que llevamos dentro, perdemos gran parte de su vida. Con esos miedos de niños, porque quizá ya no tengamos la protección de nuestros padres debemos seguir adelante, pero siempre conviene, que ese niño no nos abandone, y así nuestra existencia será más placentera.
ResponderEliminarBesos.
Un bonito poema Athenea, me parece precioso.
ResponderEliminarBesos.