Paladearlas.
Encontrarnos con su torrente, sentir sus olores,
entender los naufragios, mezclar los colores,
peinar metáforas, lograr con hielo que la memoria arda.
Destruir la resistencia, restablecer la lentitud y métrica.
Respirar en los dobleces de la venda que cubre sus ojos,
allí donde el cuerpo se acostumbra a beber de la herida,
transitar los caminos deshabitados donde dejan la vergüenza
las palabras inciertas y promesas esquivas.
Trazar los intentos que no nos conVencen para enseñarles
que siempre: "La cerradura duerme con dos vueltas de llave".
Sentarnos en la silla deshabitada que sostiene la ropa usada
y aGuarda ausencias, que sosTiene el peso de la voz interior
que se escucha por vez primera.
Llevar reCuerdos sobre las manos cansadas,
encontrar la loCura desdibujada, sobre las flores tardías.
Porque el tiempo miente a los rostros que no le demuestran
entender de creatividad, inconformismo y crítica.
Todavía medimoslas horasen deseos
// sí, no quizá, puede, ojalá, espera, va ... //
de una estrellacon miedo a equivocarse.
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Hasta solEdad tiene espacios que necesitan ser habitaDos. Gracias por la sombra que en silencio proyecta el escaloFrío de tu voz. Esa grieta muda que cauteriza por un momento el tActo con el que el horizonte se ha des(a)nuDado hoy.... y #siempre ...aL AlBa