Yo le miro, el me mira, nos hablamos sin apenas decirnos nada,

miradas de complicidad, que en pocos minutos nos trasladan a otra dimensión.

No nos conocemos, no nos parecemos, ni tan siquiera sabemos si somos lo que aparentamos.

Estoy triste pero estoy sonriendo, estoy perdida pero tengo esperanza, estoy aquí pero en realidad me fui.

Es difícil escribir a diario, pero creo que me faltarían días en mi vida para escribir lo que siento.

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