Espera...

A veces los días empiezan con una sonrisa frente al espejo y terminan grises; con un viento que parece susurra en cada soplo que todos los elementos se han conjugado en tu contra. Es entonces cuando la solución más acertada es sentarte en tu sofá, ese en el que ya has encontrado la posición ideal, y arrebujada en una manta te haces acompañar de tu libro favorito y una copa de vino blanco.

Entonces, mientras lees algo te impide trasladarte a la historia que tienes en tus manos, no puedes evitar levantar la mirada y contemplar el móvil tendido sobre la masa de forma estratégica; parece estar alejado, abandonado en una esquina de la estancia y sin embargo es el objeto de tu atención, esperas una llamada, una explicación que en el fondo sabes que nunca llegará. Parecía interesado esta mañana...  

Múltiples visitas a atracar el armario del picoteo y la capacidad de distraerse con cualquier cosa sin que el tiempo real avance en las manecillas del reloj de pie que hay a la entrada de la sala.

De repente suena el móvil, corres hacia el  Publi. Movistar: ... 

Falsa alarma, la lógica gana a la utopía, entre 1123 curriculums el mio es tan solo un lunar en la sutil ala de una mariposa, se desvanece con cada aleteo y desaparece con la oscuridad de la noche.

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