"Los faros no salen corriendo
por toda una isla
en busca de barcos,
se quedan ahí...brillando"
Anne Lamott
Isa F.L. |
Los faros tienen algo especial
te invitan a conspirar y soñar,
cada vez que le veo siento,
pero es que cada vez que lo intuyo
sueño
porque sé que está guiando veleros
que navegan hacia algún lugar
Los faros respiran mar
y algo de ellos
vuela hacia cualquier otro lugar
como mAriposa inquieta
que intenta un camino enseñar
Isa F.L. |
Y es que no somos lo que nos pasa, sino de cada batalla diaria la forma en la que le damos color a su malograda marca.
No somos nuestros miedos, sino que son ellos el hilo que sostiene y alza nuestras medallas y aciertos cuando el día se acaba.
Y es que hasta nos da miedo ser felices porque vivimos con el peso del ajuste que exige algo a cambio de ese instante. Como una contrapartida de oscuridad que tinte cada medalla dorada Pero, ¿sabes algo? Ella es y está, porque es cada marca y cicatriz que en verdad perdura incluso aunque pudiera parecer difusa, y es parte de mí, de ti... y teje tú,mí,nuestro sentir.
...y es que ... en verdad cada destello es piedra angular de esta sociedad que se teje a través de la aparente insignificancia de millones de acciones ~irreverentes~ cotidianas e inapreciables ...
Cuando algo bueno nos ocurre... Tememos que sea sólo un destello o que algo malo viene detrás.
ResponderEliminarTus bellos versos hablan de sentires... Tuyos, míos... Nuestros.
Bellos, Athenea.
Mil besitos, preciosa.
Aunque siempre tengamos las dudas de si somos importantes para alguien y si la vida tiene un sentido, en alguna parte del mundo somos como un faro que ilumina mientras nosotros buscamos nuestra propia luz.
ResponderEliminarBesos
Nuestros miedos intentan anularnos.
ResponderEliminarBesos y feliz domingo.
Los destellos del faro, nos guian hacia la tranquilidad de lo conocido.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra volver a leerte.
ResponderEliminarSiempre envuelta en luz.
Un abrazo Athe.
Y cuando sentimos abrazar un ápice de felicidad, nos invade al tiempo ese sentimiento de temor a perderlo…
ResponderEliminarTus letras son cual ese faro, que con tu luz nos guía por ese camino de sentires…y allí, al ser que nos habita…
Un placer siempre, mi querida Athenea…
Mil Bsoss!! ♥
Es precioso y muy sabio lo que hoy nos regalas con esa fluidez.
ResponderEliminarMuchas gracias. Un beso.
Los faros son una referencia siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Magnìfica y preciosa reflexiòn!
ResponderEliminarBesos y Abrazos.
He sido tan inmensamente feliz que en cualquier momento podía surgir algo que lo estropease. Menos mal que en estos mis entornos hay faros que pululan por los acantilados y reflejan la luz suficiente para encontrar los senderos de la felicidad.
ResponderEliminarBesos
André
El faro es paz y luz. Imagino que hay un faro en tu isla.
ResponderEliminarNo quiero dejar de felicitar a Isa FL por esas magníficas fotos que tantas veces aparecen en tu blog.
Gracias por tus palabras en mis escritos, por estar siempre
Un abrazo, Athenea.
Si de noche, el navegante,
se pierde en la tempestad
busca la luz de ese faro
que al puerto lo ha de guiar.
Y cuando vuelve la calma
el marino vuelve a soñar
mientras mira las estrellas
mientras recobra la paz
con el faro de esa isla
que le dio seguridad
y, sabe, que pronto, muy pronto
su singladura le ha de llevar
muy cerca del faro que alumbra
las noches cerca del mar.
El faro...
ResponderEliminarLos faros...
Alumbran la senda de la gran sutileza.
Un Abrazo.
En la tempestad
ResponderEliminarEntre las brumas
Ahí en su aparentemente soledad
Son guía y compañía
Hasta en las noches más oscuras
Y en esta tú isla siempre se vislumbra ese faro de luz.
Cada uno es faro de si mismo, y mientras no se deje fundir su luz por los vientos exteriores, el camino está visible para sortear los obstáculos.
ResponderEliminarEs lo que me sugirió el leerte.
Un abrazo.
No somos lo que nos pasa, sino el polvo del camino que transitamos hasta llegar a la meta, Athenea.
ResponderEliminarHermosos versos.
Hola AtHeNeA.. Siempre me han fascinando los faros, som como algo que nos ilumina, y de repente desaparece, vuelven a aparecer y desaparecer, es casi como la vida misma un constante vaivén que no podemos controlar, estamos a expensas de la luz que puede aparecer o desaparecer..
ResponderEliminarUn abrazo..
ResponderEliminarTemple de luz para a-mares bravos.
Insignificancia de millones de acciones ~irreverentes~ cotidianas e inapreciables... Así es realmente, de eso se compone nuestra vida de insignificantes acciones cotidianas, que son las que ponen luz en nuestros días.
ResponderEliminarLa luz de nuestro faro interno aumenta o disminuye según esas acciones de nuestro instante presente, iluminan todo en nuestro entorno, somos faros que nos iluminamos mutuamente.
Muy buena reflexión.
Un abrazo.
Ambar
Bueno a veces le damos demasiada importancia a actos o gestos que realmente no lo tienen pero que luego a la larga es lo que a los demás les importa. Cada uno somos nuestra propia luz aunque se nos olvide.
ResponderEliminarBesotesssssssssss cuidate
Bonito poema y bonita misión la de los faros. Un beso y feliz semana.
ResponderEliminarEl solo hecho de ver las imágenes ya estoy abrumada, que bonito post, yo tengo una emoción con los faros que me llenan el alma, me encantaron tus letras que siempre son con tanta calidez, un beso Athenea.
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