Cuando llevas el corazón en los labios
el instinto marca tres pasos
pero tus nudos te impiden avanzar.
Vas tirando de riendas
que quedaron obsoletas
en el baradero de la deslealtad.
Cuando llevas los labios en sal
la carne está viva y el alma se hace mar.
Vas surcando de cada tres palabras ...tempestad.
Y el temple es tu guía,
y el tiempo contraPartida
en el tablero que cada quién
construye para jugar.
Llevas la vIda en las bodegas
escondida entre las compras
en las que gastas lo que nunca
llegarás a disfrutar...
Llevas la apuesta
en mano ambiDiestra,
que nunca se es lo sufiente
niño como para deCantar.
Naufragando entre el precio
que tiene la nada
y el valor del todo
con el que cuentas
cuando eliges luchar.
...porque solo cuenta aquello
que el alma llega a tocar.
Porque...
Lo demás es aMar añorando
la ausencia de su saL...corriendo, gritando, luchando, sonriendo, construyendo....
y maS/R
Es como una barca navegando por el mar de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Escondemos los sentimientos y ofrecemos la liviandad, ocultamos lo verdadero ante el mundo, y creo que hasta a nosotros mismos nos queremos engañar.
ResponderEliminarMuy reflexivo tu poema, mi querida Athenea.
Mil besitos para tu noche, corazón.
El que no tiene el valor de mostrar la verdad de lo que su alma esconde lleva la condena siempre consigo.
ResponderEliminarNo hay mayor recompensa que luchar por lo que el alma reclama aunque se muera en la batalla.
Si no fuiste capaz de luchar, no vuelvas a mi a llorar.
Abrazo inmenso, siempre.
Si no somos capaces de luchar por aquello que nos toca el alma, mal vamos.
ResponderEliminarUn abrazo Athenea.