Es como el perfume que envuelve a lo que ya no se puede tocar. A veces sin quererlo ,y mucho menos pretenderlo, lo percibes y te traslada a lo que ya no se va a volver a dar . Pero eso no sucede cuando tu quieres sino cuando determinados elementos se confabulan y te dan la oportunidad. Entonces lo buscas, lo esperas, lo añoras y puede que cuando desistas te vuelva a impregnar.
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Cuando esa imagen del pasado aparece inesperadamente, quisieras retenerla para disfrutar de su presencia ¡lástima que se manifieste de manera tan fugaz!
ResponderEliminarCariños en el corazón.
kasioles
La fugacidad de las cosas también nos ayuda a valorarlas, y hace que incluso algunas se tornen mágicas. Gracias por tu visita.
EliminarCreo que eso sucede cuando se añora mucho algo del pasado, y parece que percibes un instante tan pequeño, que casi no te da tiempo a percibirlo.
ResponderEliminarBonita reflexión.
Un abrazo.
La melancolía como añoranza de lo que pasó..... Gracias Elda. Un abrazo
EliminarEs la esencia que perdura, la que no se va una vez que está en ti.
ResponderEliminarUn beso.
Lo que queda, dura y perdura ... Un abrazo María! Gracias por tu visita
Eliminaruufff profundas letras si justo que llega se va asi es la vida mientras disfrutemos las esencias que no da en esos pequeños instantes, preciosa reflexión un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarGracias por tu visita Beatriz, esenciasen frascos pequeños.... Un abrazo
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