Hay palabras que nace rOt(r)as....
Abril, (lo)sabe(s)...
aSaltar las noches
y caer en el charco
de los errores
que no deben
evitar otros.
reSaltar el muro
para b(l)(r)indar la vIda
y aligerar equipaje
que los párpados
ya no justifican.
Saltar,
y al hacer_lo no pensar
si el cielo tapa
la caja que es
cualquier contraPartIda.
Abril le pinta rombos
en los ojos a la melancolía
entre cuadrados imperfectos
y circulos viciosos que peregrinan.
Sí, es cierto, lo que dice tu protagonista en estos versos...
ResponderEliminarUn abrazo de luz.
Si esos círculos viciosos peregrinan pueden resultar hasta agradables viajar un tiempo con ellos, pero tomarlos como rutina puede ser peligroso.
ResponderEliminarBesos.
ResponderEliminarSi me toca vivirlo, el próximo abril cargaré todo eso y más a su cuenta.
Abril se perdió en la niebla del tiempo...
ResponderEliminarDónde estará ahora?
Besos.
Y de vez en cuando hay que hacer un alto en el camino, vaciar la mochila de superfluos pesos, y seguir; y saltar si es necesario, para no solo llegar a ese destino deseado, sino para disfrutar del camino…
ResponderEliminarUn abrazo enorme, y muy feliz tarde, mi preciosa Athenea 💙😘
Me ha encantado tu poema, pero me quedo sin duda con estos versos:
ResponderEliminarreSaltar el muro
para b(l)(r)indar la vIda
y aligerar equipaje
que los párpados
ya no justifican.
El juego de palabras es sublime, apenas unas letras arrojan significados tan opuestos y tan ciertos...
Un abrazo =)
Hemos de seguir avanzando... aligerar equipaje y no permitir que los rombos no dejen ver lo bello del paisaje.
ResponderEliminarMil besitos mi querida Athenea y feliz noche ♥
A propósito de Abril, un amigo poeta, Juan Francisco Remolina, escribió un poemario, el cual prologué, en homenaje a Abril, en la magia de un bisiesto: Abril en bisiesto. Y en abril todo puede ocurrir. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSerá cuestión de no saltar ni resaltar sino nada(r) en los charcos.
ResponderEliminarBss