Hasta las musas
imploran silencio
en lo recóndito
de los sueños
Se (en)vuelven
lamento
lamento
ya desteñido
en aciago ol(d)vido
Se vuelven eco
enrarecido
entre las costuras
de cada sin~sentido
Ellas no buscan
hombro ni alma
que sostenga
sus miedos
~re~cov~Eco
peregrino
teñido por
lo mal~vivido
~re~cov~Eco
peregrino
teñido por
lo mal~vivido
Te recuerdan que...
cada final
se hilvana a
un nuevo principio
Desde el acantilado
de lo no dicho
en el precipicio
de lo prescrito
(/&;/)
Athenea
ResponderEliminarTus obras son un bálsamo divino de arte y sentimiento, regocijo del alma, tributo al talento. Si supieras, que el espíritu de tus letras me hace sentir que la vida (a pesar de todo) sigue siendo bella, porque en ella aún existen, seres como tú.
Preciosa forma de hilvanar palabras y hasta el eco necesita su silencio y, para seguir existiendo, cada final necesita un nuevo comienzo.
ResponderEliminarMuchos besitos AtHeNeA.
Realmente el hilvan funciona cuando algo se acaba y tienes que empezar de nuevo. Así es la vida.
ResponderEliminarCuidate mucho, besinessssssssssssssss
Ese destino escrito y no escrito a su vez, el poder elegir y el esperar a ver que ocurre. Un abrazo compañera.
ResponderEliminarGracias a tu tuz cerca de mi ...quizás mi camino a oscuras ...está tan lleno de sol que no me deja ver el final... tus versos con mis rosas de esperanza.
ResponderEliminarEl agua de los rios siempre corre clara por los centros del camino.
lo mismo la del mar de regueras o pantanos ...
buenos dias ...abrazos
siempre con tu luz
Un placer siempre leerte mi querida Athenea, tus letras son dulces melodías para los sentidos, una caricia de seda
ResponderEliminarUn beso muy dulce de seda para Tu Luz.
Es hermoso ver como trazas una hermosa telaraña de luz alrededor de tus palabras que nos envuelven el alma de serenidad.
ResponderEliminarBesos
Escribes intenso diferente
ResponderEliminartus palabras teñidas de aroma
impregnan el arte de tus pensamientos
Gracias
por compartir con nostros lo que piensas
y pones de tus momentos
Abrazos desde mi sinceridad para con vos
Las musas y tu inspiración hacen un camino perfecto
ResponderEliminarde bellas letras que bailan en tu poema
Besos dulces con toda tu luz
Lindo poema
ResponderEliminarBesos
Morris
Las musas se vuelven "eco", y en ese "eco" las debemos buscar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre es un placer llegar a tu isla de luz y dejarse acariciar por tus palabras
ResponderEliminar¡Besos mil!
Vaya... hemos coincidido en el tema.
ResponderEliminarQué casualidad...
Besos.
Tú las cuidas, a tus musas y ellas te son fieles, preciosa. Leerte y sentirte van cogidos de la mano.
ResponderEliminarBesets!
Cuando brama la tormenta y la nave parece a punto de zozobrar, divisar la luz del faro de tu isla, sosiega el alma.
ResponderEliminarLas musas recogen palbras y silencios.
Un abrazo, Athenea.
Ocultas, perdidas
en el fondo del sueño
las musas dormidas,
están en silencio.
Hasta sus oídos llega
el murmullo del eco
de palabras perdidas
que, una vez, fueron versos.
Cuando se despierten
y olviden sus miedos
cuando el rumor de las olas
tape sus lamentos
con esas mismas palabras
cantarán poemas nuevos
Hola, Athenea. Siempre me da paz entrar y leer tus poemas, delicados, con fuerza, que llegan al alma. Un abrazo y mucha suerte.
ResponderEliminarEco es el son-ido y vuelto.
ResponderEliminarHola AtHeNeA... Hay, el eco de las musas... quizás no dejen dormir, pero inspiran... quizás también traigan recuerdos, que están latentes, pero al final te ayudan a olvidar..
ResponderEliminarUn abrazo....
Me encantó leer tus letras, formidable.
ResponderEliminarUn abrazo.
El silencio es uno de nuestros hogares. Sin él, ni nosotros ni las musas podemos habitar otros.
ResponderEliminarGracias y saludos.
Alfonso.