Déjà vu

Foto: Isa FL

La brújula de las emociones, a modo de vagón de mercancías pinta un bodegón construido de sueños. Tesón y libertad son los colores de algo grandioso que sigue aún atado por los vicios de la doble moral.

A veces veo retazos, pero pronto se amilanan, nunca encuentro la forma de despertar y encontrar el timón. Nunca el viento despliega su alma revoltosa en favor de aquellos que viven por y para la ilusión.

Y efectivamente tripular no es cosa fácil, se entremezclan sensaciones con opiniones y sin avisar llegan los recuerdos.

Esta mañana una suave brisa acariciaba las páginas del diario de abordo y marcaba sin querer queriendo el día de ayer, quizá por una vez las oportunidades regresan otra vez porque hoy es el mañana del que te preocupabas ayer.

Y soltar amarras, liberar las malas artes buscando nuevas oportunidades, puertos en los que reencontrarse con viejos sentimientos. Soñar quieto, desde el sitio y quejarse de brújulas que ya no funcionan y sueños que han perdido su argumento enmarañados por el paso del tiempo.

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