Que no siempre los mejores comienzos
llevan a grandes historias,
ni la impresión primera
es la que define a las personas.
Todos lidiamos insospechadas guerras,
todos albergamos palabras cuyo significado
se diluye entre tiempos y esperas.
Que somos lo que hacemos,
pero aquello que deci(di)mos,
callamos o prometemos
también libera o encarcela.
Y hay quien no ves,
pero te da paz y eso cuenta.
Y hay quien está
y resta.
Luego, existe un "halo" vacío
que llena toda prEsencia.
Son los que se fueron,
pero descansan en la paz
que cAlma cada una
de nuestras guerras.
Son palabras calladas
que quitan y enseñan,
pasos no dados que
añoran y nos deMuestran.
Es el amor, abrigando al alba
nuestros errores e imprudencias.
Y cuando la añoranza rebosa
viene el mar a bañar las mejillas;
versadas por el tiempo
y acariciadas por las vivencias.