dEsTeLlOs dE lUz
domingo, 18 de marzo de 2018
LluevE(n) los cristales
de una estancia vacía,
que llena la solEdad
con sus múltiples
perspectivas...
Nunca intuiste
que los silencios
se hicieran banda sonora.
Ni creiste que
un cuerpo indiVisible
pensara , a la vez, tantas cosas.
Al final todo cabe en un
(principio / precipicio)
solo que al comienzo no teníamos
el corazón hecho chasquido.
Un aDios, tres intentos, un suspiro.
Y vuelve a ser lunes ...
como si le exculparan y ...
a la vez, esculpieran los domingos.
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Parece como si todo volviera a empezar con el lunes en un bucle constante.
ResponderEliminarUn abrazo de luz.
Los silencios como banda sonora nunca son realmente agradables, y sí, vuelve a ser lunes y llega la rutina.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Volvamos a la rutina eterna que nos lleva hacia la nada.
ResponderEliminarBesos.
ResponderEliminarEscrito en lunes tras leerte por primera vez en domingo:
Los chaparrones ayudan a huir del miedo a mojarse así como a infiltrarse en el mundo de la química saludable generada bajo un paraguas que ayuda a compartir la leyenda del tiempo eterno desde el primer acogedor momento de placentera lluvia. O casi, aunque se oculte en tres intensos intentos, ¿inculpatorios más que exculpatorios?. Suena más a culpabilidad compartida aunque en soledad el corazón frente a la razón le diga al cuerpo que él es totalmente inocente y que no es culpable sin argumento de defensa.
Al final, la vida ha de juzgar.
Mi querida Athenea me encanta este poema, es maravilloso. Muchas gracias. UN ENORME ABRAZO.
ResponderEliminarCada vez me gusta más esa banda sonora, cuando intento poner otra música la confianza una vez más se resquebraja.
ResponderEliminarOtra vez lunes, otra semana que pasa.
Abrazo inmenso de lluvia.
Siempre encuentro poética la lluvia...
ResponderEliminarSaludos.
La lluvia es como la conciencia que nos repiquetea dejándonos la sensación de tiempo vacío... y anegado de silencios.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte, mi querida Athenea.
Mil besitos para tu día (casi pasado)
... y me asusta la sombra de tanta intimidad.
ResponderEliminarCuando llueve no puedo dejar de pensar en este maravilloso poema de Luis García Montero que me acompaña desde mi época del instituto y hoy tus palabras me lo han recordado a la par que la lluvia que golpea los cristales de mi ventana.
Hola AtHeNeA.. La lluvia sobretodo en el campo, es uno de esos sonidos del silencio, esos sonidos que cambian como cambia el tiempo, el sonido de la lluvia, el de la tormenta, el sonido de los pájaros al salir el sol, el sonido del viento acariciando las hojas de los arboles, el sonido de la vida que va y viene..
ResponderEliminarUn abrazo