Pergreñar Europa ha sido un parto doloroso, Cuando en los 50 surgió el sueño de la unidad sólo se confiaba en la capacidad de diálogo para encontrar un futuro común y mejor. De la Europa de los 6 a la de los 27 hemos recorrido un largo trecho.
El pasado Diciembre ha entrado en vigor el Tratado de Lisboa,que entre otras disposiciones, establece la implantación de dos nuevos cargos: la presidencia permanente y el alto comisionado para asuntos exteriores. Con ello se da un paso adelante, la UE gana en visibilidad y agilidad tanto hacia afuera como hacia dentro.
Esta circunstancia coincide con el semestre de presidencia de España. Nuestro país estrena por tanto la convivencia de dos presidentes: el permanente , Van Rompuy, y el rotativo, Rodrigue Zapatero. Tendrán que compartir responsabilidad y protagonismo, por lo que Europa da en estos días el primer paso de su futuro.
Aunque aquí seguimos sin sentirnos muy europeos, dada la abstención en las elecciones y que solemos decir: " porque en Europa pasa esto y aquello", como si nosotros no fuéramos europeos, lo cierto es que hemos gozado de sus ventajas: caída fronteras, libre circulación de personas y mercado, ayudas al desarrollo y un largo etcétera. Nadie duda que ir a negociar con el respaldo y peso político de 500 millones de ciudadanos detrás nos convierte en un coloso.
Pero quedan preguntas en el aire:
- ¿Se han superado los prejuicios y particularismos? Por ejemplo, el Reino Unido, ¿Seguirá jugando a su insularidad y a su moneda?
- ¿Dará el tratado de Lisboa verdadera unidad política?
- ¿Aumentará nuestra creciente tendencia a mirarnos el ombligo y cerrarnos en nuestra prosperidad frente a las necesidades de un mundo hambriento?
- ¿Aprenderemos a sentirnos europeos no sólo para nuestro beneficio sino para crecer en solidaridad interna y externa?
- ¿Abandonaremos los nacionalismos para crecer en universalismo? ¿O los políticos estrella se guiarán disputando por quién se saca la foto con Obama?
Europa es una gran idea y un logro, pero lleno aun de incógnitas y desafíos . "Contra la crisis más Europa" Ha dicho Joaquín Almunia, de acuerdo, siempre que" más Europa " no signifique vivir mejor para que los demás vivan peor.
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ResponderEliminarSi alguien piensa que el Tratado de Lisboa es el remedio de todos los males de la Unión Europea, se equivoca. A veintisiete estados, con o sin Lisboa, el futuro es incierto, y el presente caótico. Los contactos previos para la elección de un presidente estable del Consejo Europeo y del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y de Seguridad han reflejado perfectamente que los intereses estatales y la falta evidente de criterios han sumido a la Unión en el caos, la improvisación y el engaño.Pero hay otros muchos temas en los que la UE sigue naufragando.
Lo que no entiendo es lo que tú dices, nos aprovechamos de lo bueno de ser europeos, pero luego cuando hay que ir a votar para constituir el parlamento de Bruselas la peña pasa, dice que esas elecciones no tienen importancia. Y sí la tienen. En Europa se deciden muchas cosas, que luego han de adaptarse a cada país, y no a todos les vienen bien esas decisiones. Por poner un ejemplo, dado a lo que me dedico, toda la legislación ambiental ha de modificarse para estar dentro de los cánones que marca la U. E.
ResponderEliminarY ya no quiero meterme en el hecho de que veamos con buenos ojos la caída de fronteras en Europa y cada vez haya más dentro de los límites de nuestro propio país. Podría tirarme hablando de esto horas.
Una vez más, veo quetenemos una opinión bastante parecida. Saludos
cielo. me gustaron tus palabras porque demuestras sabiduría pero no entraré a valorar cosas de política aunque tengo mis ideas. Si te voy a decir una cosa: los políticos son una clase de personas que ni ellos mismo se creen lo que dicen... ¡ Cómo los vamos a creer el resto de personas normales !.
ResponderEliminarEllos se guisan sus satisfacciones y ellos se las comen... Es como en el despotismo ilustrado.."Todo para el pueblo pero sin el pueblo ".
Amiga me han gustado tus palabras. besos.